jueves, 3 de julio de 2008

Crisis del petróleo: ¿quién se beneficia?

Durante estos días se celebra en Madrid el XIX Congreso Mundial del Petróleo. Y la conclusión a la que han llegado es la siguiente: ni los mayores expertos son capaces de ponerse de acuerdo en cuáles son los motivos. No saben si la crisis se debe a la especulación financiera, a una crisis estructural o a la falta de oferta.


Por un lado las petroleras hablan de factores estructurales como la escasez de la oferta o las dificultades por las grandes inversiones necesarias para extraer petróleo de nuevos yacimientos: Portavoces de Repsol-YPF, BP, Cepsa y Shell coincidieron hoy en señalar que no existe tal burbuja especulativa y que, si el precio del petróleo sube cada vez más, se debe a la pujante demanda de los países emergentes y a que el coste de producción es cada vez mayor.

A esto se suma la fiscalidad, según afirma Antonio Brufau, presidente de Repsol-YPF, siendo esta responsable del 90% del precio del petróleo. Brufau reconoció no saber hasta dónde va a llegar el precio del crudo, aunque reconoció que no estaría justificado que alcanzara los 200 dólares/barril, como ya algunos vaticinan, porque hay suficiente producción.(...)

En este sentido, el presidente ejecutivo de Royal Dutch Shell, Jeroen Van der Veerr, aseguró que "no hay carencias físicas para recoger crudo en Oriente Medio".



Para el ministro de Industria español, la actual subida se debe "al menos en parte al actual funcionamiento del mercado, a la entrada masiva de nuevos jugadores e inversores institucionales y a una regulación demasiado laxa", lo que "ha ayudado a crear una burbuja".



El director de la Agencia Internacional de la Energía dice, la producción de la OPEP está al máximo y los productores no OPEP trabajan a todo gas, pero las reservas no muestran un crecimiento inusual. Estos factores demuestran que son principalmente los fundamentales los que empujan el precio hacia arriba.



Otros afirman que detrás del vertiginoso aumento del precio del petróleo estaría una burbuja especulativa. La debilidad del dólar, la inestabilidad geopolítica (las próximas elecciones en EEUU o la crisis diplomática entre Israel e Irán, que amenaza con cerrar el estrecho de Órmuz), junto a la crisis de las hipotecas ‘subprime’ podría estar detrás de todo esto. En este último caso, parece que los fondos de inversión que hasta ahora estaban dedicados exclusivamente al sector inmobiliario se han refugiado en los mercados de materias primas, provocando un alza de precios, como está ocurriendo con los cereales.

¿Qué está sucediendo? ¿Se acaba el petróleo o es cosa de los intermediarios? Algo si que tengo claro: alguien se está beneficiando con todo esto. Y si los expertos no se ponen de acuerdo en las causas de esta crisis, les recomendaría que aplicasen el método que utilizan los detectives en las novelas: preguntarse quién se beneficia. Ahí está la respuesta al enigma.

Por lo que parece la solución a la actual crisis pasa por una reducción del consumo en occidente. Eso ya está empezando a ocurrir en Estados Unidos, donde el consumo de gasolina en el primer trimestre se ha reducido en un 3%. La demanda creciente de China e India empujará a los países occidentales a reducir su consumo, desarrollándose nuevos modelos económicos. Después de todo, a lo mejor nosotros también acabamos beneficiándonos con esta crisis. Por de pronto, deberíamos empezar a poner los ojos en el ejemplo de Japón.

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